Yo soy una mujer determinada y lanzada hacia lo que quiero, siempre le digo a la gente que pueden, que no se limiten... pues les cuento que hoy en el aniversario de Perlas del Creador (búscanos en Facebook) esa mujer determinada, que cree en ella y mete mano, se esfumó y salió la naturaleza humana perturbadora: la boicoteadora 🤦🏽♀️ En uno de los juegos que era de colocar cuatro tuercas en torre, utilizando una sola mano y con un palo de pincho; me colgué y lo que digo no me lo apliqué 🤷🏽♀️ Conozco muy bien mis fortalezas y vivo desde ellas, sin embargo, también conozco mis debilidades y en ocasiones dejo que ellas lleguen a decirme que no puedo.
Es ahí cuando en ese juego recordé que mis destrezas motores finas no son las mejores, que mi coordinación ojo-mano está grave y que el ruido externo en ocasiones me paraliza. Es por esto, que me temblaba la mano y verbalicé: no puedo, no puedo y ahí lo dejé 😔 Por otro lado, tenía un equipo que me gritaba que sí podía, que insistiera, que lo hiciera porque iban a mí pero yo enganché los guantes y dejé que el “no puedo” me detuviera 🙄 Así como lo lees; la que te motiva, la que te dice que con todo y miedo te lances, la que cree que todo es posible... la mente me recordó mi debilidad pero los límites los puse yo.
Pudiera decirte que siempre estoy motivada y que siempre creo en mí pero es mejor decirte que lo que tú experimentas, yo también lo vivo y que por ese motivo siempre te voy a alentar a lanzarte, a moverte y proseguir en la carrera de la vida 💪🏽 A través de esta experiencia Dios me recordó que tengo que ser paciente, perseverante y que cuento con un equipo de mujeres que cuando me sienta que no puedo, me van a recordar que sí puedo y que van a mí 🙏🏽 Todos necesitamos redes de apoyo y mentores en la vida porque en ocasiones lo que decimos, no lo aplicamos. Gracias a mis Perlas del Creador, mis amigas de la fe por cada vivencia, cada enseñanza y cada bendición que compartimos. Las amo ❤️
Versículo para reflexionar: No que lo tenga ya conseguido o que sea ya perfecto, sino que continúo mi carrera por si consigo alcanzarlo, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús. Yo, hermanos, no creo haberlo alcanzado todavía. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante corriendo hacia la meta, para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús (Filipenses 3:12-14).
Verónica 💜
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