La mayoría de las personas entienden que vivir por fe es sencillo, les tengo que decir que no lo es. Es necesario cultivarla para poder vivir por fe y no por vista (2 Corintios 5:7). Por lo tanto, es imprescindible que establezcamos pasos a seguir para que la fe cobre vida, porque dice la palabra que la fe sin obras es muerta (Santiago 12:17). Es por esta razón que para tener salud espiritual y vivir por fe, necesitamos ponerla en acción.
Los momentos más difíciles de nuestra vida, son los momentos ideales para cultivar y ejercitar nuestra fe, estos nos llevan a hacer real y verdadera esa fe que muchas veces decimos que tenemos. Si entendiéramos que esos “malos momentos” están formando nuestro carácter y nuestra fe, dejaríamos que nos enseñaran la lección que debemos aprender y a su vez nutrirán nuestra fe hasta hacernos florecer en ella.
Pareciera un trabalenguas cada vez que hablo de vivir por fe, de florecer en la fe… pero es que no hay receta mágica para poder vivir una vida plena y en fe. Para cultivar y nutrir la fe, debemos ser conscientes de que no es una tarea sencilla y que requiere de todo nuestro esfuerzo. Cuando verbalizamos “yo lo creo por fe”, ¿entendemos lo que carga esa pequeña frase? Eso es decir: “yo sé que va a suceder”, es tener la certeza de que así sucederá.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1).
Les comparto algunas acciones que me han funcionado para poder florecer en la fe:
Lee la Biblia: te recordará las promesas de Dios.
Sé paciente: espera en el Señor.
Toma acción: haz lo que Dios te diga aunque parezca descabellado.
Cambia tu lenguaje: comienza a hablar bendición sobre tu vida aunque veas todo al revés.
Comienza a llamar las cosas que no son como si fueran: cree que Dios hará algo donde las personas piensan que no hay alternativas.
Cultivar la fe es como cultivar un planta, debes nutrirla con los elementos esenciales para que pueda florecer y así ocurre con la fe. Debemos creer que alguien puede hacer florecer nuestra vida y nuestros propósitos, pero debemos comenzar buscándole y creyéndole para que lo demás ocurra. En ocasiones, nuestra vida atraviesa por momentos de desiertos y lo menos que pensamos es que tendremos espacios para florecer, sin embargo cuando el elemento fe se activa, comenzamos a ver oportunidades donde pensábamos que no existían (eso se llama fe).
Por lo tanto, hoy te animo a vivir cultivando la fe, a creer por encima de lo que ves y accionar para el bien tuyo y el bien común (recuerda que una fe sin obras, es muerta).
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Un abrazo, bendiciones.
Verónica 🤗